El Camino de Santiago
Año tras año miles de personas procedentes de todo el mundo peregrinan rumbo a la ciudad de Santiago de Compostela. Situada a 55 kilómetros al sur de La Coruña, 62 kilómetros al norte de Pontevedra y reconocida como Patrimonio de la Humanidad desde 1985.

Camino de Santiago a lo largo de los campos de secano
Después de un tiempo de planificación, decido recorrer este camino de historia, cultura y arte. Antes de iniciar el viaje debo elegir entre uno de los seis posibles caminos rumbo a Santiago. Finalmente me decido por el “Camino Francés”. Pienso comenzar el recorrido por Roncesvalles en los Pirineos, siguiendo hasta Puente la Reina ya en tierras de Navarra, luego pasar por La Rioja y León; hasta finalmente llegar a Galicia que me conducirá a la catedral de Santiago de Compostela.
Preparo mi mochila con los elementos necesarios para el viaje ¡y allí voy!
Mi travesía comienza en Roncesvalles. Cuenta la leyenda en el Cantar de Roldán que precisamente en este lugar el Héroe Roldán hizo sonar un olifante de marfil antes de que se desatara una batalla inolvidable.

Vista de la Catedral de Santiago desde el paseo de la Herradura en la Alameda.
Por estar situado en la etapa inicial del Camino de Santiago, este pueblo enclavado en el Pirineo Navarro me recibe con toda la amabilidad de su gente junto con una notable oferta de hospedaje y servicios para el viajero. Los encantadores bosques y árboles centenarios de la región, comienzan a deslumbrarme con un viaje más que prometedor colmado de naturaleza y mucha historia.
Allí visito la Real Colegiata de Santa María, un edificio de estilo gótico con tres naves que confluyen en una asombrosa cabecera poligonal central y dos laterales. A medida que hablo con otras personas que conozco en el camino, percibo su amabilidad y me ayudan en todo. Algunos realizan el recorrido por motivos religiosos, otros por intereses culturales o porque quieren disfrutar de la naturaleza, pero lo cierto es que hay una especie de código en común que comienzo a compartir: todos tenemos la misma meta.

La ropa de los peregrinos se seca en el muro del albergue de peregrinos de Cizur Menor (Pamplona)
Me despido de Roncesvalles con su gran hospitalidad y de algunos peregrinos que decidieron quedarse unos días más y tras una larga jornada llego a Pamplona ya entrada la noche, aquella bella capital de Navarra con sus huertos, campos verdes y tierras fértiles. Sobre el río Arga, esta la asombrosa ciudad fue fundada por Pompeyo en el año 75 a.C. y originalmente se llamó La Pompaelo. Se trata de un modelo de ciudad moderna con una ubicación geográfica estratégica, motivo que justifica las murallas construidas en épocas pasadas.

Capilla de Nuestra Señora de las Nieves en Balsa (Lugo)
Un largo camino me espera aún, sigo mi rumbo y llego a Puente la Reina. Allí me uno con los peregrinos que comenzaron la travesía en Somport por el camino Aragonés. La ciudad de Puente la Reina posee un casco urbano de forma rectangular y un buen desarrollo económico como es el caso de la industria vinícola. Situado al sur de la Sierra de Erdón, sobre el Valle Valdizarbe se encuentra el Puente de la Reina, que originalmente le dió nombre al pueblo. Según cuentan los lugareños, en medio del puente existía una capilla para venerar a la Virgen.
Atraído por la magia del lugar decido conocer un poco más y llego la iglesia de San Román enclavada en una zona bastante alta. Se trata de una construcción gótica de aspecto medieval en forma de gran fortaleza.

El Burgo Rainero (León) Fachada de adobe
Continuando con el camino, recostado sobre el río Ega se encuentra el pueblo de Estella. Un famoso dicho menciona que “no se ve Estella hasta llegar a ella” y lo compruebo por mí mismo. La ciudad está rodeada de montañas que en su conjunto producen condiciones climáticas muy agradables. Antes de partir de este paraíso entre medio de las montañas, visito el Palacio de los Reyes de Navarra y la iglesia de San Miguel. Hace algunos días que he comenzado el recorrido y mis expectativas ya han sido ampliamente superadas.

Camino de Santiago a lo largo de los campos de secano
Dejo atrás la región de Navarra y poco a poco llego a las tierras de La Rioja.
Paso por Viana y llego a Logroño. Nueve kilómetros más y entre los cerros Monsarroso y Maplica se levanta la apasionante Nájera, cuyo nombre proviene de la palabra árabe Naxera que significa “entre peñas”. Es una ciudad de estilo medieval que guarda una gran riqueza cultural. Pareciera ser que la historia cobra vida en cada uno de estos lugares. Es así que escucho la leyenda de un gran gigante musulmán de nombre Ferragut. Según se sabe, los hombres más valientes habían sido vencidos por Ferragut. Justo cuando ya todos habían perdido las esperanzas, Roldan -el caballero de Carlomagno- consumó la histórica victoria sobre Ferragut.
Ya en las tierras de vieja Castilla, comienzo a sumergirme en una región llena de historia. Redecilla del Camino será el primer pueblo perteneciente a la provincia de Burgos. Luego vendrá Belorado, Villafranca Montes de Oca y San Juan de Ortega. Unos kilómetros más y la ciudad de Burgos me recibe con sus campos de cultivo secano y de cereal. Decido visitar el Hospital del Rey y su gran Catedral. De repente vislumbro un imponente castillo que se alza hacia lo alto y da cuenta de la fortaleza militar que representaba este asentamiento. Se sabe que antiguamente los peregrinos llegaban a Burgos por la puerta de San Juan y luego iban hacia la catedral. Años después el recorrido se reemplazó para entrar a través de la puerta de Santa María donde luego nacería el Hospital del Rey.

Se comienza a caminar temprano de forma que las sombras de los peregrinos son alargadas y bien definidas.
Digo adiós a la asombrosa ciudad de Burgos, a su pendón de Navas y toda su hermosura, y comienzo a descubrir poblaciones más pequeñas como Castrojeriz y Boadilla del Camino, un pueblo que antiguamente tenía hospital de peregrinos. A esta altura del viaje debo reconocer que el esfuerzo físico se siente pero vale la pena. Finalmente llego a Frómista, aquella bella ciudad que en latín significa trigo. Su iglesia de San Martín es conocida por un gran milagro. Allí un hombre le pidió prestado dinero a un judío llamado Matudiel. Cuando el plazo de devolución venció, Matuliel denunció al hombre ante la autoridad de la iglesia. Al ser excomulgado, el hombre pagó el dinero adeudado pero no se confesó y enfermó gravemente. Cuando el cura fue a visitarlo a su casa, llevó el Santísimo Sacramento pero misteriosamente la Forma estaba adherida a la patena y no pudo separarla. Finalmente el hombre le contó lo sucedido al sacerdote, quien lo absolvió y le dio otra Forma para comulgar.

Interior de albergue en el camino de Santiago
Alejándome poco a poco de las tierras de cereales contemplo anchos corredores fluviales colmados de aguas cristalinas. Se trata de Sahagún, una modesta ciudad, llamativa por sus construcciones de barro, que se extiende a la orilla izquierda del Cea. En sus cercanías se encuentra el monasterio San Pedro de Dueñas, de buen estado de conservación.
Poco a poco voy adentrándome en las tierras de Galicia y entre tanto la lluvia sale a mi encuentro. Llegando a la ciudad de León la vegetación luce refrescante y sobre todo abunda el chopo. Fundada por el gobernador romano Galba, esta prominente ciudad ofrece a los viajeros una historia atrapante, dado su nacimiento como ciudad-campamento romana rodeada de murallas, con pretorio, termas y todo lo necesario para convertirse en una gran ciudad. En las épocas de apogeo del Camino Francés, León era definida como “la Ciudad regia y palaciega, llena de todas las felicidades”, tenía 17 hospitales y en ella el peregrino encontraba todo lo que necesitaba.
Desde León me dirijo hacia Rabanal del Camino y luego paso por El puente Hospital de Órbigo. Un viajero que me encuentro en la región me cuenta que en ese mismo lugar don Suero Quiñones hizo una junta para mostrarle el amor a su dama. Mientras sigo pensando en la ocurrente demostración de amor de Quiñones, continúo con mi camino y llego a Castrillo de Polvazares. Tras unos kilómetros llego a Rabanal del Camino, un pueblo de moradas de piedra que fueron utilizadas por los Templarios de Ponferrada. La gente del pueblo menciona con orgullo que Felipe II durmió una noche en la casa de las Cuatro Esquinas. A pesar de ser un pueblo muy pequeño, allí todos son hospitalarios con el viajero. Detengo mi paso por un momento y disfruto de esa tranquilidad. Es extraño, pero después de unas horas uno olvida que es un viajero y se siente parte del lugar.

Última etapa del Camino, saliendo de Santa Irene a Santiago se va entre frondosos bosques.
Santiago de Compostela cada vez está más cerca. Apresuro el paso y llego a Monte Irago, donde conozco la famosa Cruz de Ferro situada sobre un conjunto de piedras. Paso por Ponferrada, una llamativa ciudad con rastros de templarios. Atravieso Cacabelos y llego a Villafranca del Bierzo, un singular pueblo donde según se sabe los antiguos peregrinos pasaban por la Puerta del Perdón. Es un buen momento para tomar unos refrescos así que aprovecho el día soleado y elijo un bar para reponer fuerzas.
Cuenta la historia que muchos años atrás, en el monasterio de Samos los monjes atendían a todos los peregrinos que iban Camino a Santiago. Este monasterio posee una simpática singularidad. Si uno observa con detenimiento encontrará inscripciones ocultas y una de ellas incluso es muy divertida.
Presurosamente llego a Sarria, esperando que los monjes me confieran ocho monedas, tal como lo hacían con los peregrinos en la antigüedad. Lamentablemente no recibo nada. ¡De repente aparecen entre la nada unos compañeros de viaje que había conocido en otro pueblo!
Uno va descubriendo gente muy agradable en el camino y al poco tiempo parece que se conociera de toda la vida. Mis nuevos amigos de viaje renuevan mis esperanzas, pues aseguran que las monedas eran entregadas por los monjes solo en el camino de regreso.

Un caballo que parece animarnos para el largo camino.
Es inevitable en este punto experimentar una gran sensación de alegría por ser la última etapa del viaje, pero por otra parte siento un poquito de nostalgia al desear que esta mágica aventura no termine jamás. En el camino he vivido muchas experiencias, conocido viajeros y personas en cada uno de los pueblos en que elegía para dormir, la belleza diaria que me regaló la naturaleza en cada jornada del viaje; un sinfín de sensaciones difíciles de olvidar. Estoy en El Monte del Gozo, desde aquí se puede contemplar una espléndida postal de la ciudad de Santiago de Compostela junto con su famosa Catedral.

Iglesia de San Juan de Ortega
Comienzo a recordar lo que leí antes de comenzar el viaje y siento una gran emoción. Santiago el Mayor había sido enterrado en estas tierras luego de evangelizarlas. Durante el año 813 un ermitaño que pasaba por la zona, observó una extraña estrella sobre el bosque Libredón y lo comentó con el obispo Teodomiro. Una vez que llegaron al lugar, se encontraron con una capilla antigua y un cementerio que databa de la época romana donde habrían hallado la tumba de Santiago el Mayor. Después de un tiempo, en ese mismo lugar el Rey Alfonso II ordenaría la construcción de la Capilla de Santiago de Compostela.

Las flechas amarillas ocupan cualquier elemento del paisaje, en este caso unos tablones junto a las vías
La historia cobra vida una vez más, me encuentro en la plaza del Obradorio y en lugar de la estrella que contempló el ermitaño, veo un sol resplandeciente que parece señalarme la meta final. Entro lentamente a la catedral a través del imponente pórtico de la Gloria. Han sido 32 días de viaje a pie que valieron la pena, ha sido un camino en el que me he encontrado con la naturaleza, la cultura, la historia y conmigo mismo. Un camino que no dudaría en recomendar a cualquier persona con la que tuviera la posibilidad de hablar: el apasionante Camino de Santiago de Compostela.
Más información:
Página Web informativa y alojamientos sobre el Camino de Santiago.
http://www.caminosantiago.com/
Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago
http://www.caminosantiago.org/cpperegrino/federacion/inicio.asp
Los caminos, guía práctica
http://caminodesantiago.consumer.es/
Texto: @ Gabriel Carrivale , Fotografía: @ Juanjo Fernández